El "Gepetto" iquiqueño ya está preparado para un nuevo Carnaval
Casi veinte años lleva don Orlando Araya Zavala confeccionando muñecos para "El Familión", su carro alegórico.
Solo, pero alegre y entusiasta, trabaja en su taller don Orlando Araya Zavala (76), el "Gepetto" iquiqueño. Hace casi veinte años que se dedica a la confección de enormes muñecos que luego instala en El Familión, su carro alegórico con el que compite cada febrero en el Carnaval más antiguo de Iquique. A diferencia del personaje de fantasía italiano que fue padre de Pinocho -pero que no podía tener hijos humanos- don Orlando tiene 7 retoños, 21 nietos y 22 bisnietos. "Quiero llegar a los cien descendientes", revela el jubilado, quien además trabaja con hierro en vez de madera.
Pero lo que más acerca a nuestro herrero con el carpintero del cuento infantil, es que ambos sienten un gran cariño por su familia y los niños. Un cariño casi mágico que a don Orlando lo ha movilizado, ya en una edad avanzada como la suya, a seguir manteniendo su tradición sin cansancio. "Yo me siento bien cuando veo la reacción de los niños. Ellos son los que más gozan con todo esto", dice señalando algunas de sus creaciones que guarda en el taller de su casa.
"Las puertas de mi lugar de trabajo siempre están abiertas, entonces muchas veces pasan papás con sus hijos y entran a mirar los monos", cuenta.
"En Navidad, como siempre hay hijos de vecinos que vienen a preguntar, a mirar (...) yo les hago algún regalo a los niños, casi siempre toallas de playa", relata. Y es que en el barrio también algunos lo conocen como "Santa Claus", por su oficio y buen corazón.
Motivación para niños
Pero sus obsequios y su persistencia en la confección de los muñecos también tienen un motivo: incentivar a las nuevas generaciones a participar en el carnaval y que así la tradición no se acabe: "Siempre les digo que estudien primero, pero que después empiecen a hacer monitos y que, si les gusta, les van a salir bonitos, mejor que a mí", asegura sonriendo.
Con ese ímpetu logró meter en la historia de los carros a sus hijos, nietos e incluso bisnietos.
"Tengo un video de un nieto que, cuando era bien chico, se puso la máscara y comenzó a soldar. Entonces todo lo que yo hago también motiva a los demás y eso es lo que a mí me gusta", dijo.
Hoy en día, no solo él participa con un carro en el carnaval: "Hay varios de mi familia que participan con sus propios monos. Mi hijo Óscar Araya y mi nieto Víctor Araya también lo hacen, así que últimamente hemos estado compitiendo entre nosotros mismos", dice riéndose. Para él, que las cosas sucedan de esa manera es un verdadero orgullo. "Cuando yo me vaya, alguien va a tomar el cargo de El Familión, cuenta, seguro ya de que lo que creó en la década de los noventas no dejará de existir al menos en un par de generaciones más.
Carnaval 2017
El Familión de este año está día a día más avanzado. Con un armazón de hierro soldado y una cobertura de piel sintética teñida, el personaje que Orlando Araya llevará este año será Hank, el pulpo, de la película de Disney.
Siempre fiel a su estilo de muñecos que reflejen producciones infantiles de última moda (el año pasado confeccionó a los Minions), el "Gepetto" iquiqueño piensa que este año podría ganar, aunque lo que más le interesa es participar. "Siempre quedamos entre los primeros lugares, así que nos hemos ganado un respeto", asegura.
Y es que la confección que realiza don Orlando no es de un día para otro: "Estoy desde diciembre soldando el armazón. Es que yo me tomo mi tiempo también, porque esto para mí también es un hobby", señala.
Después de hacer la plataforma que sostendrá el muñeco don Orlando, ayudado por miembros de su familia, "da vida" a personajes de películas infantiles forrándolos con pieles sintéticas que, muchas veces, él mismo tiñe.
A lo largo de los años, incluso algunas de sus figuras han tenido movimiento incorporado. Varios de estos muñecos han ganado el mayor premio del carnaval, que hoy en día asciende a los 7 millones de pesos.
La precisión de su trabajo es notable. Además, utiliza elementos de muy buena calidad, ya que sus muñecos se mantienen en el tiempo.
"Yo hago un plano de cada 'mono' que voy a hacer. Lo que más me importa es medir bien. Algunos los hacen al 'puro ojo', pero yo me dedico a hacer un estudio previo", explica.
"También hemos probado diferentes materiales, como papel maché y napa", cuenta. "Y yo siempre estoy investigando cómo mejorar mis 'monos', porque soy una persona muy tecnológica. Entro a Internet solamente a averiguar sobre nuevos materiales y técnicas para que las figuras queden más realistas", cuenta el "Gepetto iquiqueño" a quien además le gusta revisar páginas de carnavales en otros lugares del mundo.
Tradiciones
Si bien los "monos" que crea con sus propias manos tienen un atractivo particular del cual podría sacar mucho provecho, don Orlando prefiere mantener un perfil bajo y no venderlos. "Para mí esto no es un negocio, es una tradición y así es como quiero que se quede", comenta mientras habla sobre esta importante parte de su vida.
"Muchas personas me dicen que los venda o que me los quieren comprar, pero yo no soy así negociante. Yo no tengo mayores gastos porque no fumo ni tomo (...) soy un ratón de casa, me paso el día aquí en mi barrio, donde ya me gané un respeto y con eso estoy tranquilo", reflexiona este talentoso iquiqueño.
La única ambición que tiene es poder hacer "monos" aún más grandes: "Yo estoy dispuesto a hacer carros gigantes, del porte de los que salen en Brasil. Los haría encantado, pero acá en Iquique no hay cómo hacerlos. No podría ni siquiera sacar uno por la puerta de mi casa, porque está lleno de cables", asegura.
Para él, el gran problema del Carnaval en Iquique es que se toma como algo "solamente entre barrios, como algo vecinal, pero el Carnaval de Iquique podría dar mucho más que eso, podría ser un evento grande y turístico, pero no hay un verdadero interés en que eso suceda", señala, agregando que muchos turistas extranjeros, que pasan por afuera de su casa y ven sus muñecos, lo felicitan y preguntan por qué no se le da más publicidad al carnaval.
De todas maneras, don Orlando Araya, aun cuando es un hombre septuagenario, se siente lleno de energía para seguir aportando año tras año a que el tradicional Carnaval sea un evento inolvidable.
"Siempre les digo que estudien primero, pero que después se pongan a hacer 'monos' para las competencias".
José Orlando Araya,, herrero y competidor en el Carnaval de Iquique."
"Yo podría hacer carros gigantes, como los de Brasil, pero aquí no se puede(...) No hay suficiente interés".
Orlando Araya Zavala,, iquiqueño."