El club de exploradores que dio origen a iquiqueños ilustres
El legado del Club Huracán, cuyos algunos integrantes llegaron a ser Premios Nacionales.
En la oficina de su casa, Óscar Varela Barbagelata (80) tiene diversos tipos de objetos valiosos: relojes antiguos, mapas, enciclopedias y hasta el timón de un barco adornan el espacio donde este hombre trabaja. Pero, entre todos sus artículos, una fotografía en blanco y negro -que muestra seis jóvenes sonriendo- tiene un valor especial: son los integrantes del Club de Exploradores Huracán, que a fines de los años cuarenta reunió a un grupo de amigos iquiqueños que tenían en común las ganas de recorrer, conocer y observar la tierra en la que vivían.
Lo curioso del Club Huracán es que desde allí surgieron diversos personajes importantes para la academia chilena. Lautaro Núñez, antropólogo Premio Nacional de Historia 2002; Luis Briones, Premio Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural de Chile en 2012; Juan Varela, destacado geólogo de la Universidad de Chile, son algunos de los que compusieron a este grupo de nortinos curiosos, que nació con la idea de ser deportivo, pero en el tiempo se fue volviendo científico.
"Como en esa época no teníamos muchas distracciones, de muy niños acá nos dedicábamos a practicar deporte. Sobre todo los del borde costero hacíamos natación, waterpolo y, a raíz de eso, acá en El Morro creamos un club, chiquito, que llamamos Huracán", cuenta Óscar recordando cuando tenía entre 12 y 14 años.
"A pesar de practicar deportes, como fútbol y natación, no eran nuestro fuerte. Así que dirigimos el club a la subsistencia en el mar", señala.
Así fue como comenzaron a explorar las diversas playas de la ciudad, que en ese tiempo eran completamente vírgenes: "Nos alimentábamos con lo que nos ofrecía el mar", cuenta el otrora integrante del club. "Era un desafío poder subsistir con lo que la naturaleza nos entregaba, con el gran problema del agua", cuenta.
También los muchachos miraron el desierto: "Quisimos subir estos cerros tan áridos, si bien en esa época tenían cactus y florecían en ciertos periodos del año", recuerda.
Todas estas travesías hicieron que los jóvenes se enamoraran de esta vida de observación y viajes: "De aquí sacamos nuestras vocaciones", declara Óscar, marino e ingeniero de pesca.
Navegante del desierto
Patricio Advis, el reconocido arquitecto iquiqueño ya fallecido, le dio el nombre que identifica a Óscar: Navegante del Desierto. Y es que el juego de palabras calza a la perfección con las tareas que realiza y ha realizado este hombre gran conocedor de la pampa y del mar.
Consultado sobre las cosas que más le han llamado la atención en sus exploraciones por la región, Varela cuenta que se encuentra el descubrimiento de que los indígenas habrían inventado una forma de captar el agua de la Camanchaca y así podían beber "aguas de buena calidad", asegura.
También ha tenido algunas historias misteriosas. "La verdad que en todos los años que llevo haciendo esto, sólo una vez vi algo extraño. Fue navegando en el mar. Una noche vimos una nave voladora en el cielo que tenía la forma de un trompo que giraba, dando luces de diferentes tonalidades: azules, rojas, verdes", cuenta, agregando que es lo único que en sus viajes no ha tenido explicación.
Nuevas generaciones
Con todo el conocimiento que posee Óscar -quien todavía, cuando puede, se reúne con sus ex compañeros del Club- opina que el futuro de Iquique está en el turismo, pero sustentable.
De acuerdo a lo que ha estudiado, la capital de Tarapacá debería dejar de enfocarse en la minería o, al menos, "conseguir que se realice la extracción arriba, pero el procesamiento aquí, porque es muy contaminante realizarlo en la pampa", remarcó.
"Quisimos subir estos cerros tan áridos, si bien en esa época tenían cactus y florecían en ciertos periodos del año".
Óscar Varela, marino e ingeniero de pesca."