Josefa Herrera Zuleta

A pesar de los problemas que aquejan a los habitantes de la caleta, Chanavayita destaca por su tranquilidad.

Ubicada a 54 kilómetros hacia el sur de la ciudad, el apacible carácter del mar hace que sea perfecto para que los niños jueguen a bucear en la orilla pues ahí se pueden encontrar peces pequeños, o para que los adultos usen reposeras inflables y se aventuren a adentrarse en el mar o bien, se animen a subir a un kayak que pueden usar durante media hora por $3mil. Incluso los bebés se quedan bajo el quitasol mientras sus padres, hermanos mayores o primos disfrutan en la orilla sin perderle de vista, porque si hay algo que Chanavayita puede ofrecer es un ambiente familiar.

"Me gusta venir al mar, me gusta verlo, la brisa es lo más bello. Además tengo hijas que viven acá", dice Lola Burgos, quien asegura tener terror al mar pero que disfruta de Chanavayita por la serenidad que hay en el lugar.

La familia de Priscila Rodríguez arrendó durante dos meses una cabaña en Chanavayita para disfrutar las vacaciones. Aunque es la primera vez que visitan el balneario, dice que no se arrepienten porque "es bonito, nos hablaron del festival que se realizó el fin de semana y aquí ya vamos a cumplir un mes. Además es seguro para los niños porque hay carabineros y muchos turistas". Destaca, además, la limpieza del balneario y el buen ambiente ya que "la gente es muy solidaria acá".

Marina Ramírez también llegó a Chanavayita junto a su familia para participar del festival de música que se realizó el fin de semana. Arrendaron una cabaña y se quedaron tres días disfrutando de la hospitalidad de la gente de la caleta y del mar. "Es tan tranquilo y bonito. Estamos en una cabaña y vimos el festival que fue muy bueno. La limpieza también es algo destacable y da la sensación de que no estuviéramos en una playa del norte, por la calma y porque no hay peleas", dice Ramírez.

Pero Chanavayita no solo cautiva a locales sino también a extranjeros. Es el caso del turco Mustafa Kasabbasi quien hace 11 años llegó a Iquique. Le gusta porque "es relajado y tranquilo", además no cambia Chanavayita por nada y junto a sus hijos disfrutó de "un día de descanso y vinimos para pasarlo bien. Escogimos esta playa porque es calmada", cuenta.

Además de un amable mar, el balneario de Chanavayita también ofrece una variedad de mariscos y empanadas frescas que se pueden disfrutar a toda hora, aunque con mayor regularidad durante el fin de semana, para así vivir una completa experiencia en la costa de la ciudad.