Carlos Luz Aguilera
Eran cerca de las nueve de la mañana y un microbús de la línea 3C se dirigía a Iquique de Alto Hospicio por la ruta A-16. Estaba repleto, algunos pasajeros iban de pie y se sujetaban de donde podían. Todos comenzaban un nuevo día, pero de un momento a otro la rutina se convirtió en una pesadilla que duró un par de minutos interminables.
Daniela Barraza Muñoz, de 25 años, era una de las pasajeras que iba de pie y que rápidamente se dio cuenta de que la máquina estaba haciendo un ruido extraño que también preocupó al chofer. Después, según cuenta la joven que estaba preparada para una entrevista de trabajo, el microbús empezó a zigzaguear y a bajar rápido por la carretera. Ésto desesperó a algunos que impulsivamente gritaron, lo que se mezcló con el volumen alto de la música del microbús.
"El conductor comenzó a gritar 'afírmense' a las personas que estaban sentadas en los asientos de adelante mientras trataba de controlar la máquina, sobre todo a las mamás que iban con sus bebés. Yo, por mi parte, atiné a sostenerme fuertemente de los respaldos superiores. Estaba asustada por no estar parada", recuerda la contadora pública y auditora.
En ese momento el micrero realizó una maniobra que ha sido elogiada por algunos pasajeros como Sebastián Flores Milla, de 22 años: "A pesar de que la máquina tomó una gran velocidad y se cambió de pista, el chofer reaccionó súper bien y logró frenarla de a poco al costado de la carretera. Cuneteando se inclinó hacia el cerro (hasta rozarlo)".
Barraza Muñoz agrega que el chofer se habría preocupado de evitar un impacto frontal contra el cerro y, por lo mismo, intentó acercarse de forma paralela. "La máquina, en tanto, empezó a frenarse con el roce de la tierra". A pesar de lograr detenerla, varias personas seguían desesperadas, porque el micrero no abría las puertas y temían lo peor (de que se quemara, por ejemplo). Según Barraza, el conductor estaba choqueado. "No reaccionaba".
Cuando pudo hacerlo y los pasajeros lograron bajarse, se presentó otro problema: el transporte empezó a botar humo, pero rápidamente lo disiparon con un extintor.
Un par de microbuses se acercaron a ayudar, trasladando a la mayoría de los afectados. Barraza Muñoz, en tanto, pudo llegar a su entrevista de trabajo y Flores Milla a la Zofri donde trabaja como bodeguero.
Carabineros, por su parte, está investigando la causa, pero aparentemente, según el mayor Ramón Rost, hubo un problema de frenos.
Responsabilidad
Al llamar al encargado de este microbús, a Edwin Quezada, perteneciente a la empresa Trans Alto Hospicio, contestó su hijo quien explicó que hubo un problema en el sistema eléctrico que desactivó el freno motor. No entregó más detalles. Después se llamó en reiteradas ocasiones a Quezada, pero no contestó. La seremi de Transportes, en tanto, respondió que cuando existe una falla mecánica la responsabilidad es del conductor y del propietario de la máquina.
30 pasajeros, aproximadamente, se salvaron de una tragedia fatal en la ruta A-16.