Josefa Herrera Zuleta
Que la silla de playa, que el quitasol se quedó en la casa, que se acerca la hora de almuerzo y nos dio hambre, que el calor hace comprar agua, que los niños se entusiasman con las baldes y flotadores.
Muchas son las excusas que hay para que las personas estén gastando hasta $6 mil en un tarde en Cavancha.
"Si uno viene en auto puedes traer quitasol y te ahorras los $3 mil del arriendo, pero si no tienes auto, debe considerar la plata de la locomoción", dice la bañista Nycol Muñoz, quien agrega que "yo gasto entre $3 mil y $4 mil porque vengo sola por lo general".
Por su parte, Giarella Gárate declara no ir tanto a la playa porque gasta mucho dinero: "Si vengo sola puedo ahorrar más, pero si vengo con mis primos o mis hermanos chicos se gasta más porque los niños siempre quieren comprar lo que venden en la playa".
En Cavancha venden todo lo que se puede esperar de un balneario. Desde dulces y comidas preparadas hasta joyería, artesanías, tatuajes de henna, agua y juguetes para niños. Y la diversión no queda fuera, ya que paseos en kayak, en sillón inflable o en banano son un imperdible. Además arriendan quitasoles y reposeras playeras. "Los comerciantes le ofrecen a los niños y ellos se entusiasman", cometa Gárate.
Juan Martos, de la ciudad de Salta, en una mañana gastó $4.500 solo en helados para sus hijos. "A los chicos les gusta", argumenta.
"Entre traer las cosas, el pago del estacionamiento, los helados, el baldecito para jugar, los comestibles y las bebidas gastamos entre $10 mil a $15 mil", dice Patricio Olivares, quien veranea acompañado de sus hijos y su esposa.
En tanto, Ingrid Nietzschnann juega con su hija en la orilla del mar. "No tenemos auto entonces gasto en locomoción. Hoy no trajimos quitasol y arrendamos uno. Emilia siempre quiere comer algo y ya llevamos $6 mil gastados", comenta.
De la playa más visitada de Iquique no dan ganas de irse hasta que ya se oculta el sol y tienta a los turistas, abuelos, padres y niños a comprar lo que sus comerciantes ofrecen.
"Si vengo sola compro solo agua, pero a los niños se le antoja todo lo que ven ".
Giarella Gárate,, veraneante."