Andrea Pérez Zárate
Desde octubre de 2015 a la fecha, a través de operativos, el municipio de Iquique retiró más de 450 vehículos abandonados de las calles de la ciudad, los cuales eran apuntados por los vecinos como focos delictuales y de consumo de drogas.
Este proceso se debe a la aplicación de la ordenanza municipal N°478 que da cumplimiento a la Ley 20.068, de 2005, que actualiza la Ley de Tránsito y se funda en coordinaciones que incluyen a la comunidad, al equipo de inspectores del consistorio, a la Dirección de Aseo y Ornato municipal y a Carabineros de Chile.
Están sujetos a esta ordenanza personas, conductores o propietarios que transiten o aparquen sus vehículos en cualquier lugar público de la ciudad. Se entiende por vía pública cualquier espacio de dominio y uso público por donde transitan peatones o circulen vehículos, como calzadas, aceras, bermas, ciclovía y bandejones, entre otros.
La inversión del municipio en dos grúas especiales para el retiro de los autos asciende a $153 millones.
Así lo explicó Carlos Morales, director de la Dirección de Aseo y Ornato, quien precisó que la frecuencia de retiros es diaria.
"Retiramos en promedio cinco vehículos diarios, en distintos sectores de la ciudad, se estructuran en base a denuncias, pero también a la legalidad permitida", afirmó.
El municipio tiene la facultad legal para el retiro inmediato de vehículos de todo tipo, chasis, carrocerías u otras partes o piezas que estén abandonados, mal estacionados o en estado de desarme en la vía pública. Esto, por entorpecer el tránsito y la convivencia entre los habitantes.
Los rodados son trasladados al corral municipal, a la espera de su reclamación por parte de los propietarios, pues en caso contrario tiene las atribuciones, incluso, para rematarlos.
"Por el considerable aumento que hemos tenido en la cantidad de vehículos retirados, estamos en proceso de verificación de qué móviles están susceptibles de ser rematados, por lo que una vez clara la fecha se informará", precisó.