Juan Ignacio Barros C.

Los jugadores más longevos del fútbol amateur iquiqueño, quisieron contar su historia en el fútbol, un deporte que aman con pasión, al que han dedicado toda una vida y que a pesar del desgaste físico, los dolores y el paso de los años, siguen entrando a jugar a una cancha, como si fuera la primera vez.

Se trata de Julio Gómez de 80 años y Abraham Otarola de 71, teniendo ambos en común el amor y la pasión por un deporte que llevan en la sangre y el cual seguirán admirando hasta el último de sus días.

Con 80 años, Julio Gómez Espinoza es el jugador más veterano de la liga Camino al Cielo, en la cual representa al club Libertad, el que fundó el 12 de junio del año 1951, siendo uno de los pocos precursores de este equipo que aún está vivo. Además, actualmente es tesorero y secretario de este mítico equipo.

En la presente liga del adulto mayor, hay 8 clubes para mayores de 65 años, entre los que está Libertad. Mientras que existen 24 equipos en la categoría mayores de 58 años, de los cuales la mitad está en la serie de honor y los restantes en la división de ascenso.

Julio Gómez es iquiqueño de toda la vida, empezó a jugar de muy chico y a los 15 años se inició por las infantiles de Libertad, en el cual ya lleva 64 años jugando, avanzando de categoría según el paso de los años.

Sobre la historia de la fundación del club Libertad, el jugador más longevo de la liga Camino al Cielo, señaló que "lo fundamos en Manuel Amunátegui, en la casa de los hermanos Rodríguez. Yo juego en la posición que ahora le llaman lateral. La sede del club es como mi segunda casa, estoy acá casi todo el día".

Además, sus hijos han seguido su legado en el fútbol, ya que Jorge cuenta que uno de ellos fue profesional y jugó en Deportes Iquique y terminó su carrera en Magallanes. Se trata de Julio Gómez Gallegos, quien jugaba de mediocampista con llegada.

Julio Gómez ya lleva 58 años de matrimonio, tiene dos hijos, dos nietos y tres bisnietos, sobre lo cual detalló que recientemente nacieron un par de gemelos. En tanto, su señora se llama Iris Gallegos Cordero y es de Tocopilla. Misma ciudad en la cual trabajó Julio como profesor, quien se casó en el año 1957.

Julio se dedicó toda su vida a la docencia, ya que fue profesor normalista y se jubiló el año 2000.

Sobre la gran pasión que lo mueve en el fútbol desde niño hasta la actualidad, Gómez confesó que "los sábados y domingos no me ven en la casa, pero son todos deportistas, así que nunca he tenido problemas. Voy a ver los partidos de todas las categorías del club, de los niños, adultos, y tercera edad".

Además, este longevo jugador, también realiza labores de entrenador cuando está fuera de la cancha, dirigiendo a su querido Libertad en la categoría mayores de 65 años.

Julio estudió la enseñanza básica en el colegio Don Bosco, luego en el Liceo de Hombres y después se fue a la escuela de Antofagasta. En el año 56 salió egresado de profesor, y trabajó hasta el año 58 en la Escuela N°1 de Tocopilla y luego en una escuela de Iquique. Es profesor general, pero más adelante se especializó en historia cuando comenzó séptimo y octavo básico.

Por su parte, Abraham Otarola de 71 años, nacido el 24 de enero del año 1945, sigue defendiendo los colores de Cavancha, pero a lo largo de su historia deportiva, ha pasado por varios clubes en los cuales dejó huella, jugando de delantero e incluso últimamente de arquero.

Llama la atención, que disputa ligas en series de 40 años y rinde con exponentes 30 años menores que él. También lo hace en las series de 58 y 65 años, destacando como delantero o incluso como lateral derecho.

"Estoy jugando en la liga Codei, en la senior y en más ligas. Antes jugué 15 años en Tele Sport, después estuve dos años en Mutual y luego 15 años en Colo Colo. Ahora estoy jugando por el club Taxi en la serie de 40 años. Hasta diciembre del año pasado jugué en Coloso Planta de la serie de 58 años y salimos campeones en la liga del adulto mayor".

Son algunos de los pergaminos de este veterano jugador que también ha sido dirigente y tesorero de varios clubes. Hoy es coordinador administrativo en proyectos deportivos.

Otarola lleva el deporte en la sangre, lo dice con orgullo, ya que además de toda una vida ligada al fútbol, cuenta que ha sido seleccionado militar en voleibol, natación e incluso paracaidismo, pero el fútbol su gran pasión.