La FIFA elegirá hoy al sucesor de Joseph Blatter
Cinco candidatos se enfrentan hoy en una elección en la que Infantino y Al Khalifa se han alzado como los grandes favoritos para suceder al suizo.
En sus 112 años, la FIFA nunca había enfrentado una crisis tan aguda como la que se desató el año pasado por el escándalo de corrupción. La situación escaló a tal punto, que terminó con las casi dos décadas que el suizo Joseph Blatter presidió la entidad.
Hoy se decidirá quién será el noveno presidente de la FIFA, que saldrá de los cinco candidatos que -hasta ayer- buscaban sumar apoyo. Algo inédito en esta elección, que nunca había tenido cinco opciones.
Los candidatos son: Salman bin Ebrahim Al Khalifa -presidente de la Confederación Asiática, Gianni Infantino -secretario general de la UEFA-, el príncipe jordano Alí bin Al Hussein, el francés Jerome Champagne y el sudafricano Tokyo Sexwale.
Los cinco obtuvieron su condición de candidatos tras superar el test de integridad al que les sometió el órgano de instrucción de la Comisión de Ética, el pasado 9 de noviembre.
De los cinco candidatos, Al Khalifa e Infantino se han alzado como los grandes favoritos para la elección que se celebrará hoy en Zúrich, en las que el voto africano podría decidir algunos giros de última hora.
Por otro lado, una de las sorpresas se daría por el lado del voto de Europa y Sudamérica, que no suma más que el 30%. Hasta ahora, ambas potencias del fútbol mundial habían copado la dirigencia, pero ahora la situación es distinta. La UEFA y la Conmebol sólo tienen 63 votos de los 209, por lo que el favorito , Infantino, está obligado buscar más apoyos.
Al Khalifa cuenta con los 46 votos de Asia y, él se supone, con los 54 de África, ya que la Confederación Africana pidió el voto en bloque para el árabe, tras firmar un memorando de colaboración (e inversión) con ellos para los cuatro próximos años. Sus 100 votos en total, lo dejarían a sólo cinco de la elección, que podría obtener de Oceanía (11 votos).
Elección
El nuevo presidente necesitará una mayoría de dos tercios en la primera ronda de votación para ganar. De no lograrlo, en las siguientes vueltas bastará una mayoría simple.