Por un hospital veterinario público
@FranCorralS / Francisca Corral | Directora de fundacionjulieta.cl
Dicen que el diario de hoy se usa para envolver el pescado de mañana (o algo así) para referirse a la rapidez con que pasan y se olvidan las noticias. Y es verdad. Hay ocasiones en las que tenemos un frenesí de despachos en vivo, crónicas en los periódicos, entrevistas, puntos de vista y todo lo que adorne una noticia. Así pasó la semana pasada con el incendio del vertedero Santa Marta. Todos hablaban de eso. Y la mayoría de las tragedias, lamentablemente, dejan al descubierto las tremendas falencias que tenemos en nuestro sistema. Los permisos son irregulares, no hay fiscalización, se desconoce información esencial -como qué material había en el gran basurero quemándose-, la autoridad no se presenta a tiempo, y así. Mientras tanto, los que sufren son los ciudadanos, las personas y los animales, por supuesto, pero nadie los menciona a ellos.
En un país desarrollado se hubiese evacuado inmediatamente a todas las personas afectadas, que tuvieron que respirar toxinas por días, sufriendo mareos, vómitos y problemas a la vista sin mencionar las consecuencias a la salud en el largo plazo, advertidas por los expertos sanitarios. Algunos no tuvieron que esperar para ver los efectos nefastos del humo en sus animales: inapetencia, decaimiento, malestar general e, incluso, la muerte.
Esta situación no es nueva. Cuando hay catástrofes, las víctimas más vulnerables son los animales. No hay ninguna política pública que los proteja en caso de necesitarse evacuarlos en las emergencias. Bueno, si ni a las personas las evacuaron, ¿qué le resta a los animales, a los que se deja sufrir con tremenda indolencia?
Las personas afectadas podrán ir a su sistema de salud público, a alguna posta, policlínico municipal, centro hospitalario. Pero, ¿dónde llevar a un perro malherido si no se cuenta con recursos para veterinario? ¿Quién evalúa, revisa, medica, sin costo? Nadie. Para los animales no hay nada si el dueño no tiene plata. ¿Qué le resta hacer a quien no tiene los recursos para llevar a su animal a la clínica? Testiguar como su animalito sufre y muere.
En tragedias mayores se depende -como siempre- del trabajo de las fundaciones animalistas, que apenas subsisten con unos pocos aportes de particulares y nula ayuda del Estado de Chile.
En nuestro continente, países como México y Costa Rica, han dado el ejemplo enfrentando la necesidad de salud de la población no humana, inaugurando centros de salud públicos. Al igual que ellos, Chile necesita de estos hospitales con urgencia. Necesitamos contar con alguna entidad que pueda ayudar a nuestros hermanos menores. Se ha tratado de concientizar últimamente a las autoridades, que parecieran hacer oídos sordos.
No debemos bajar los brazos, la lucha por ellos debe continuar. Debemos alzar la voz y exigir un hospital público para los animales. ¿Se suman?
"Chile necesita de centros asistenciales para animales con urgencia. Necesitamos como país contar con alguna entidad que pueda ayudar a nuestros hermanos menores».