Liliums cultivadas en el desierto serían nuevo polo de desarrollo
Actualmente cuentan con 1.000 flores cosechadas y 3.600 cultivadas.
C ultivar flores en el desierto es el desafío que tomó el Centro de investigación y Desarrollo de Recursos Hídricos (Ciderh) de la Universidad Arturo Prat (Unap) con su proyecto "Reuso de agua servida para la producción de flores de corte en un sistema aeropónico recirculante", que en la actualidad están desarrollando en una comunidad de Pozo Almonte.
El proyecto que ha sido financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del ministerio de Agricultura, tiene como objetivo evaluar la factibilidad técnica y económica de la reutilización del agua servida tratada en la producción de flores, bajo un invernadero pasivo.
Sobre la factibilidad técnica Jorge Olave, coordinador del proyecto comentó que el agua en Pozo Almonte tiene más contenido de Boro, así que deben ser tratadas mediante tecnología para bajar dicho metal, además de regular el PH y salinidad. "El sistema en particular para las flores es que en el invernadero se hacen unas camillas, donde van unos canastillos con unas bolitas de arcilla que es una estructura de sostén y las raíces fluyen hacia abajo, por lo tanto el riego va de abajo hacia arriba, visualmente no se ve el agua, sólo vemos las plantas".
Asimismo el coordinador, indicó que para este proyecto se eligió las flores que crecen de los bulbos. "Experimentamos con el lilium, pero podría ser en una yerbera o un clavel".
Por otra parte Olave, manifestó que para replicar este sistema la inversión que se realiza es a largo plazo, pues sólo es necesario tener un aporte para la inversión inicial, puesto que después lo único que se renueva es el bulbo. "Este proyecto emblemático para la provincia del Tamarugal porque cambia el paradigma de la agricultura que existe hoy día, porque esta emplea una tecnología que no es sofisticada, que cualquiera lo puede hacer".
Asimismo, mencionó que en poco espacio se puede lograr un alto nivel de densidad de plantas por unidad de superficie y con la mayor eficiencia en el uso del agua.
Por su parte, la presidenta de la comunidad de Pozo Almonte "Nayra Inti", Yerka Mamani precisó "ya tenemos nuestras primeras flores y cada vara es de 70 centímetros y tiene unos 3 o 4 botones, lo que es bueno para comercializar. No pretendemos competir con las flores que llegan de Ecuador, la diferencia es ser flores que se cultivan en el desierto".