En calle Tadeo Haenke, entre las calles Cerro Dragón y Rancagua, se está trabajando en la nueva alcantarilla, por lo que se cerró con un muro el lugar. Esto sucedió el 17 de diciembre, no pudiendo ver los carros alegóricos, algo tan hermoso que se hace en esta ciudad. Además quienes ejecutan la obra no av-anzan, perjudicando el comercio del sector, como un lubricante y taller mecánico que no pueden ingresar vehículos y si los dejan afuera los roban.

Asimismo hay un almacén que quedó tapado y una salchipapa donde no ingresan clientes, además hay una distribuidora de licores que también se ve con problemas, ya que sus camiones no pueden ingresar para cargar y descargar. La oscuridad que dejan los caminos que tapan los muros hace que los drogadictos pernocten en el sector y los asaltos aumenten.

Nos dijeron que los trabajos serían rápidos, pero quien nos compensa nuestros trabajos, a quién se le puede reclamar o a quién le pedimos que nos pague las deudas, porque al estar tapados no tuvimos ventas.

Uno se prepara para las fiestas de fin de año y compra más cosas, pero nos quedamos con todo, no se vendió nada y las pérdidas son grandes. Nosotros igual debemos pagar las cuentas la luz, agua,telefeno,cable,Internet, etc.

Alejandra Ramírez

Interesante ver como la Policía de Investigaciones empapeló gran parte de la ciudad con información relacionada a la desaparición de José Vergara Espinoza, más aún nuestra intendenta se hizo parte de esta cruzada local. Creo y pienso que está bien, pero no es la manera de obtener un resultado positivo, al contrario es un grito desesperado de otro fracaso por parte de las policías, tomando como experiencia cercana la vivida en el caso de las niñas de Alto Hospicio asesinadas por Julio Pérez Silva. ¿Por qué no aprendimos la lección? si bien cierto son móviles delictuales diferentes, pero en el plano de la búsqueda muy similares, cual es el motivo por el cual nos hemos demorado tanto en reaccionar. José Vergara Espinoza es un chileno más al igual que todos y cuenta con los mismos privilegios y derechos de los que vivimos en nuestro País.

Será que nuevamente la discriminación social triunfó por sobre el derecho, o tal vez las autoridades no están lo suficientemente capacitadas para tomar decisiones concretas y poder crear un plan estratégico que funcione y se puedan obtener resultados.

Ya es hora de pedir ayuda a profesionales, si es necesario a países especializados en esta materia, ya es hora que esta familia termine de sufrir, no es justo que por un grupo de burócratas apernados familiares sigan con este calvario.

Franyo G. Picarte Aguayo