Por más de 10 años los vecinos de la junta vecinal Norte Grande en Alto Hospicio veían con tristeza cómo los jóvenes y niños no contaban con un lugar de sana recreación hasta que este año lograron consolidar un proyecto para la construcción en su población de una plaza que cuenta con más de 5 juegos y varias máquinas de ejercicios.

La presidenta de la junta vecinal, Verónica Urrutia, explicó que el cambio del espacio fue radical porque antes el lugar era un sitio vacío que siempre se llenaba de 'fumones' pero ahora las tardes y los fines de semana es un área donde sus vecinos comparten y, de esta manera, se alejan de los malos hábitos y delincuencia.

"Estamos felices con nuestra plaza y la cuidamos mucho porque nos costó tener todo esto. Ahora está bonito, iluminado, con áreas verdes y a esto se suma que junto con los vecinos sembramos nuevas flores para que esté más adornado", describió Verónica Urrutia, quien agregó que la construcción de la plaza fue una sorpresa porque el proyecto inicial consistía en hacer su sede social.

"Esto era un galpón que parecía de todo menos nuestra sede. El proyecto comenzó hace cuatro años a través del programa 'Yo quiero mi barrio', del Minvu, participamos y allí lo primero que hicimos fueron los bandejones centrales en las calles de nuestra población", refirió Urrutia.

El plan de mejoramiento de barrios siguió con la construcción de la sede de la junta vecinal 'Domanasan' junto a una plaza en el mismo lugar.

diversión

Los niños y jóvenes son quienes más aprovechan tener una nueva plaza para jugar en su propio espacio y en las condiciones que se merecen, según contó la dirigenta vecinal.

"Ellos practican con su patineta y se divierten sanamente. Igual les digo a los más grandes que cuiden todo y no usen los juegos de los niños, para que nos duren y no se deterioren tan rápido", manifestó.

La población Norte Grande cumplirá en el mes de diciembre 10 años de su creación y las más de 400 familias que allí habitan ven con optimismo estas iniciativas comunales, contó su líder vecinal.

Si bien Urrutía se siente orgullosa por el trabajo que se hace con y para los vecinos, también explicó que se debe a mucho esfuerzo.

"También hay que pelear con todo el mundo", dijo entre risas la presidenta de la junta vecinal, pero añadió que todas las horas dedicadas al proyecto dieron sus buenos frutos.

"Fue arduo el trabajo y así es como debe ser el trabajo de la junta vecinal, entregando todo para que los habitantes estén bien", refirió Urrutia.

Para la dirigenta ver tanto su sede social como la plaza es un ejemplo para que otras juntas vecinales también se organicen y logren consolidar este tipo de beneficios.

invitación

Por otro lado, Urrutia también invitó a los habitantes de su población a usar la sede social para las distintas actividades sociales que necesiten, ya que está equipada con una sala de reuniones y además cuenta con cocina y baño.

"No sé por qué la gente actualmente está un poco esquiva y esto no es justo. Después que teníamos una sede casi 'roñosa', ahora contamos con un lugar bien bonito, así que hay que aprovecharla", concluyó. J