El sacerdote que evangeliza a través de la música
Con nueve años de sacerdocio y doce de formación en el Seminario Mayor de Guadalajara en México, el sacerdote Héctor Medina Cortés destaca por su compromiso cristiano, pero además por utilizar la trompeta para a través de la música evangelizar.
El religioso junto a otros aspirantes a curas formó un mariachi para así llevar un mensaje musical a los fieles.
Es así que tras esta experiencia que realizó en Roma junto a otros compatriotas, ahora la replica en Tacna, Perú, con quienes asisten a sus misas.
El sacerdote viajó a la región de Tarapacá por cuatro días invitado a participar en la celebración del Día de San José Obrero, en la parroquia que tiene el mismo nombre en Pozo Almonte, para después ir al templo de La Tirana y deleitar a los fieles al término de la misa con dos melodías tradicionales de su país interpretadas con su trompeta.
"Me invitaron tres religiosas mexicanas que están viviendo en Pozo Almonte y que hace un par de meses fueron a Tacna para participar de una celebración allá", dijo el religioso, haciendo alusión a las religiosas pertenecen a la Congregación Misioneras Eucarísticas de María Inmaculada de Tacna, Perú.
El sacerdote músico se sorprendió de la fuerza que tiene la fe en la región, al decir que "ha sido impresionante ver cómo se mantiene enraizada la fe católica, ahora que conocí el Santuario de La Tirana, me sorprendió ver lo organizados que están y todo lo que debe pasar para la fiesta de la Virgen del Carmen".
Ya en sus últimas horas en la ciudad y antes de emprender viaje a Tacna, el sacerdote destacó su visita al pueblo de La Tirana, lugar en donde conoció el templo y la gente.
Música
El sacerdote cuenta cómo mezcla la música con la religión, en especial por la trompeta.
"En mi país están siempre muy en boga los mariachis, desde que entré al seminario nos organizamos con otros seminaristas y luego en Roma, siendo ya sacerdote, se hizo un mariachi más serio, más formado", dijo el sacerdote.
Con tres años viviendo en Roma y junto a otros sacerdotes de diferentes partes de México asegura que el resultado de la agrupación fue exitosa. "Cada uno de los integrantes eran muy buenos músicos, violinistas y eso hace que al mariachi le dé realce", asevera el religioso.
También recuerda que antes de entrar al seminario, formó parte de una banda de guerra como maestro, por lo tanto, ya conocía el uso de la trompeta y otros instrumentos, como la guitarra y el bajo al momento de formar parte del mariachi de los sacerdotes en el viejo continente.
En los pocos días que ha estado en el país ha descubierto que en Chile muchas personas traen la música en la sangre. "Significa que muchos adquieren la música por tradición, y que al cantar y alabar la grandeza de Dios, hace que me dé cuenta que no soy tan musical, como las bandas que vienen acá a la fiesta", dice Medina.
En las horas que estuvo en el pueblo de La Tirana, el presbítero se mostró sorprendido al enterarse de la gran cantidad de músicos que se congregan para los días de fiesta en julio en honor a la Virgen del Carmen.
"Me han contado que vienen más de 280 cofradías de bailes cada uno con sus bandas, y al cuantificar cuantas personas eran, me sorprendió saber que la tradición se transmite de generación tras generación", afirma.
Evangelización
Cuando uno se va adentrando en la música -explica el sacerdote- ciertos instrumentos se van haciendo más familiares. "Dentro de la evangelización la música es muy importante. Una persona que quiere evangelizar a través de la música sabe que es hacerlo con alegría y eso me gusta hacer a mí; cantar es orar dos veces", explica el sacerdote.
Poco a poco, el sacerdote se ha ido empapando de las tradiciones musicales en el Perú, su lugar de destino por tres años, llevándolo a tomar su instrumento no sólo fuera del templo sino también adentro.
"Para no romper con las normas litúrgicas y después de dar la bendición saco mi trompeta y me pongo a tocar. Por lo general lo hago para saludar a las personas de la comunidad que están de cumpleaños", cuenta el sacerdote.
Siempre toca "Las mañanitas" y "Celebremos", que según indica el sacerdote, son canciones tradicionales que se cantan para saludar a los festejados.
"Con esas canciones saludamos a los cumpleañeros, todos participan y eso es muy bonito", agrega.
A través de la música ha logrado motivar a las personas para acercarse más a la religión. "Después de escuchar la música muchos fieles se han acercado a pedirme que quieren bautizarse o hacer la primera comunión y eso es muy alentador", asevera el religioso, quien también confiesa que en su país nunca mostró sus talentos musicales dentro de un templo, como sí lo ha hecho en Perú y ahora en Iquique. "En México nunca lo hice y solo hasta que llegué a Perú lo empecé a hacer, cuando me vine, traje mi trompeta y a la gente le ha gustado mucho", manifiesta.
REPERTORIO
Héctor Medina dice que puede llegar a tocar unas 15 o 18 canciones: "Cuando nos invitan tocamos diferentes canciones, tengo un compañero sacerdote que toca la guitarra y canta mucho mejor que yo, pero ahí tocamos diferentes temas a las que interpreté ahora después de misa", explica Medina.
Las hermanas misioneras cuando fueron a una celebración en Tacna, le pidieron que visitara Pozo Almonte, "pero que no se te olvide el sombrero de mariachi y la trompeta", recuerda que le dijeron al sacerdote.
Así reflexiona que le causa mucha curiosidad probar si toca antes, durante o después de la celebración eucarística. "Siempre he pensado en tocar la trompeta antes del evangelio, para ver si los fieles se motivan y alegran un poco, porque sus caras muchas veces son de aburrimiento", dice Medina entre sonrisas.
vocaciones
También el sacerdote conoció la alta necesidad de vocaciones y la poca cantidad de sacerdotes que hay en la diócesis de Iquique, en donde sólo hay 25 sacerdotes para toda la población en la región de Tarapacá.
"Conociendo la realidad y necesidad de sacerdotes que hay en este lugar, más me ha motivado volver", exclama el religioso.
Así recalcó que "todos somos Iglesia y la preocupación de un sacerdote por falta de vocaciones no tiene que ser sólo en el lugar de origen, al contrario, siempre tenemos y podemos hacer algo ahí".
Con ello el diocesano, dejó abierta la posibilidad de volver nuevamente a La Tirana para la celebración de la Virgen del Carmen.
"No sé si volveré para cuando la celebración culmine, pero sí dentro del novenario de la virgen", asegura.
Medina agrega que con un poco de organización "siempre se puede volver a un lugar como este y así también podré conocer la gran cantidad de músicos que tocan con devoción a nuestra Madre".
Al conocer el gran templo de La Tirana, el sacerdote manifestó que "aquí se nota que se vive mucho la religiosidad, se nota la gran fe que tiene este pueblo", dijo.
Conoció Iquique, un lugar donde venden mangos y limones en Pica, ahí supo que había un sacerdote permanente. También recorrió Mamiña y La Tirana. J