Arturo Godoy: 75 años de su histórica pelea y sus diferentes facetas tras la fama
Setenta y cinco años transcurrieron de aquella memorable pelea sobre el ring del Madison Square Garden (Estados Unidos) que hizo que los ojos del mundo volteen para ver a Chile como potencia del boxeo, sin embargo, poco o casi nada se habla de ello.
El artífice de aquella histórica contienda: un iquiqueño llamado Arturo Godoy quien un día como ayer saltó a la fama, tras sobrellevar 15 rounds al triple campeón mundial de la categoría peso pesado, el estadounidense Joe Louis.
Pese a ello, el sociólogo Bernardo Guerrero dice que, si bien para el Iquique actual quizás no tenga mucho significado, "hasta los años 80 hablar de Godoy era referirse a un personaje épico y digno de respeto" por los logros alcanzados en su carrera pugilística.
"Para el Iquique de ahora con toda la migración y con una falta de memoria deportiva es penosamente un desconocido", dice Guerrero.
Sostiene que la vida del deportista tiene un antes y después. Guerrero dice, y lo reafirma en su libro que lleva el nombre del boxeador iquiqueño, que previo al encuentro del 9 de febrero de 1940, las peleas en las cuales participó y alcanzó triunfos fueron cristalizando su sueño de ser boxeador, sin embargo, después de enfrentarse a Louis el nombre del deportista, nacido en caleta Buena, obtuvo peso.
"Me baso en mi dureza, en mis fuertes piernas que me ayudarán a resistir en pie cualquier ataque del campeón y en mi estilo agachado con el cual espero hacer pasar malos ratos al negro, sacarlo de su habitual apatía, lo que sería un paso decisivo hacia mi triunfo", son palabras de Godoy recogidas por el sociólogo de una publicación del 26 de enero realizada en El Tarapacá.
Godoy tenía 27 años, medía 1.83 metros y pesada poco más de 91 kilos cuando se puso al nivel del campeón Louis quien con dos años menos, con peso casi similar y con cuatro centímetros más de altura no pudo derrumbar al chileno, sin embargo, el jurado lo dio por ganador.
Como si estuviera en aquella época, el sociólogo cuenta emocionado que Chile nunca tuvo un campeón en peso pesado, pero fue Godoy quien se enfrentó con gran desempeño al máximo exponente de esta categoría.
"Estamos hablando del primer personaje, podríamos decir de un rock star del deporte chileno", remarca.
Guerrero cita en su publicación a Whitiel Bisteni, preparador físico de Godoy quien al referirse al boxeador dice que "el chileno tiene una mandíbula resistente, que parece hecha de concreto, un corazón del tamaño de un rascacielos y unas piernas como no he visto nunca antes otras. Asimismo, en todos los años que llevo lidiando con boxeadores, y son ya muchos, no había visto otras semejantes".
Justamente estas características, sumadas a la altura que alcanzaba el iquiqueño, fueron -según dice el investigador- las armas que permitieron a Godoy mantenerse en pie durante los 15 rounds de lucha.
Este privilegiado biotipo fue resaltado en una carta que el Presidente Pedro Aguirre Cerda envió a Godoy tras su combate contra Louis. "Su valentía y fuerza de lucha demuestra el grado de vigor que puede alcanzar nuestro pueblo si se cuida debidamente su salud y bienestar", dice el mensaje.
SUS INICIOS y facetas
Guerrero cita en su libro que los inicios de "Arturito", "Cara de Mapo" o "Guapo de caleta Buena", como lo llamaban en la época, se remontan a cuando este tenía 14 años y por primera vez puso sobre sus puños un par de guantes para emplearlos en una sala de entrenamiento que su hermano Julio instaló en la azotea de la iglesia de la caleta.
Pero no fue hasta su ingreso al regimiento de Carampangue N°5 cuando logra sus primeros triunfos como boxeador e incluso en disciplinas como atletismo y water polo.
Para Guerrero, su desempeño como nadador, pescador, panadero e incluso como cargador de sacos de salitre, hicieron que Godoy alcance aquel físico que hoy no se encuentra entre los deportistas de la actualidad. Aquella fuerza en sus piernas y mandíbula le permitieron consagrarse en Buenos Aires, La Habana, Barcelona y finalmente en Nueva York donde su vida cambió por completo.
"Es un ejemplo de emprendimiento", dice el sociólogo al referirse al progreso que Godoy logró en su carrera boxística obteniendo títulos nacionales y continentales, como también al aprovechar esa fama para desarrollarse como actor, cantante, bailarín e incluso ser parte de campañas publicitarias.
Al mostrar una fotografía del afiche de la película "El abuelito va a la ciudad", conocida en Chile como "Andanzas de un campeón", el sociólogo habla sobre la incursión de Godoy en la actuación tras consagrarse en el mundo del deporte. En esta actuó como protagonista junto a su primera esposa Leda Urbinatti.
Según cita Guerrero, después de esta participación, el deportista iquiqueño recibió múltiples propuestas para ser parte de películas y obras de teatro, sin embargo, se desconoce si estas se concretaron.
"Godoy también fue figura de publicidades de una marca de cereal, también fue invitado a hacer demostraciones de baile", precisa Guerrero al agregar que además destacó por tocar diferentes instrumentos musicales.
La popularidad alcanzada por Godoy hizo que este conociera a personajes como Charles Chaplin. Guerrero comenta que, si bien el boxeador no manejaba el inglés a la perfección, era capaz de comunicarse en este idioma al punto de sostener conversaciones con personajes como el renombrado actor y productor de cine Charles Chaplin.
Además de estas diferentes facetas en las que se desenvolvió Godoy, quien dejó el boxeo a los 60 años, el deportista y su desempeño sobre el ring fueron inspiración para escritores como Floridor Pérez quien inmortalizó la pelea del 9 de febrero de 1940 con "Canto a la derrota de Arturo Godoy". A este se suma Enrique Lafourcade quien escribió la novela "Mano de piedra "donde se refiere a la figura de Godoy. De igual modo es motivo de escritos desarrollados por Roberto Castillo Sandoval, Raimundo Cibral, entre otros.
Pese a la fama alcanzada, Godoy se consideró humilde tal como lo señala en una declaración a La Estrella de Iquique el 28 de agosto de 1986 al decir "fui pobre y no lo niego. Muchas veces pedí pan y me lo dieron. Por eso quiero a mi Iquique" y a mi caleta Buena, donde nací". J