"Chaleco López" repasa sus mejores y peores momentos tras bajarse del Dakar
Era principios de enero de 2008. Un -hasta ese momento- novel piloto chileno se embarcaba en una aventura para la que se había preparado todo un año: Ir a su segundo Dakar en África. El 2007 había abandonado por lo que se había jugado todas sus cartas para su segunda aventura en la competencia.
Pero un aviso le mató toda la ilusión. El Rally Dakar 2008 se suspendía por amenazas terroristas. Ese mismo día -un viernes 4 de enero- Francisco "Chaleco" López comenzó a soñar con correrlo en Sudamérica. "Acá ya todos hablan de que la prueba puede pasar por nuestro país, sería fantástico", decía.
Y vaya que fue previsor su sueño. A casi siete años de aquella ocurrencia, la carrera está a punto de completar su séptima versión en suelo sudamericano. Pero esta nueva temporada será especial. Ese piloto que era el único que se presentaba en Africa antes de que la carrera se desplazara a este continente, por primera vez en todo este período, no estará en carrera.
Es más, ya avisó que no correrá más esta competencia, por lo menos en motos. Así, atrás quedan muchas peleas por primeros lugares, luchas con dos monstruos como Marc Coma y Cyril Despres.
Situación
Hoy, a una semana de comenzar la primera carrera en Sudamérica sin su presencia y a días de anunciar que no va más en motos, "Chaleco" se sienta y hace un repaso de sus mejores y peores momentos en el Rally Dakar.
Reconoce que es difícil verlo de afuera, pero ya lo asimiló. "Cuando uno está metido en esto y no estás presente es difícil verlo, pero mira, cuando supe que tenía que operarme la rodilla me di cuenta que ya no estaba en el Dakar".
"En casa, como una persona normal. Muchos me invitaron a participar de este evento, pero por el tema de la rodilla estar en el desierto caminando no es lo ideal".
"Se ve de otra manera, pero estoy tranquilo, no angustiado, estoy bien. Se cumplió un ciclo, tenía que operarme, no me sentía preparado para ir sólo a hacer una vuelta. A mí me gusta ir a hacer un Dakar competitivo y de esta manera no lo iba a poder hacer".
"Obviamente. Hace unos días, por ejemplo, presenté un video a unos auspiciadores y veía las imágenes y dije 'oye sácame el video mejor, porque estamos muy pronto a la competencia y es demasiado'. Creo que le entregué mucho al país, muy identificado cuando ganaba etapas en Chile, cuando abría caminos se me hinchaba el pecho de chileno..."
"Es que te dan ganas de correr, de pedir 'pásenme una rodilla nueva', es normal porque uno que es competitivo y quieres hacerlo, pero hay veces que no se puede nomás".
"Algo súper específico. Tuve un accidente en Túnez en mayo de 2011 y a mi sobrino Lucas le habían diagnosticado cáncer, fue un año muy malo. Pero fui al Dakar al siguiente año y la primera etapa que corrí la gané y me acuerdo perfecto que cuando me dijeron 'ganaste la etapa', lloré los 200 kilómetros y con ganas, gritaba, eso para mí fue como haber ganado el Dakar.
"Es casi lo mismo. Es que cuando me toca el tema de mi sobrino y mi lesión, volver a recuperarse y darte cuenta que estás lleno de fierros, piensas que te va a costar mucho regresar. Incluso pensé que iba a poder volver a ser el que era antes, pero lo logré y eso me deja feliz". J