Un total de 600 personas diarias son las que atiende el Hogar de Cristo en la región, entidad que lleva 25 años cumpliendo labores de ayuda en Tarapacá (son 70 años a nivel nacional) y que fue visitada por el capellán de la entidad, Pablo Walker Cruchaga, quien habló de la labor que se realiza en el lugar.

"Acá atendemos a mucha gente, que muchas veces son miradas como un extraterrestre y que si ahondamos en sus historias, pueden ser cualquiera de nuestros familiares. Un papá, un abuelo, pero que tuvieron un problema y allí los ayudamos a seguir adelante", manifestó el capellán.

Walker, también recordó que "el Hogar de Cristo no es un recinto pagado para hacerse cargo de 'desechos humanos'. No somos un botadero de personas, sino un pulmón donde ayudamos a que las ciudades se conecten consigo mismas y que nuestros hermanos son nuestros consanguíneos para que no fabriquemos daños".

"Ruqueros"

Pablo Walker dijo que no se sacaba nada expulsándolos en una redada, si al final no existen políticas concretas de inclusión, para hacerse tratar con respeto, donde aprendan a no limosnear ni llamar a nadie "tío" para conseguir dinero.

"Las situaciones de desalojo, lo que hacen es preparar aún más situaciones de calle, porque no se repara el problema", comentó. J