Comunidades de Colchane piden reabrir el cruce ancestral entre Chile y Bolivia
Apelan al libre tránsito entre pueblos indígenas y a evitar la burocracia del complejo fronterizo. El paso fue cerrado por el Plan Frontera Segura.
Los colchaninos están pidiendo reabrir un paso entre Chile y Bolivia que consideran ancestral, pero que fue cerrado como parte del Plan Frontera Segura que lidera el Gobierno. A lo anterior se suma la mayor carga que tiene el Complejo Fronterizo de Colchane en materia migratoria, problemáticas que fueron expuestas este lunes al intendente Miguel Ángel Quezada.
Guillermo Moscoso, líder de la junta vecinal de Cariquima, dijo que existe inquietud y malestar por la medida adoptada a nivel central, ya que no consideró el derecho de los pueblos originarios -como el aymara- al libre tránsito entre fronteras.
"Nuestra comunidad está de acuerdo con que se protejan las fronteras, pero dentro de la comuna también hay costumbres", dijo. Una de esas tradiciones es una feria que se realiza periódicamente entre las comunidades limítrofes de Chile y Bolivia, donde se comercializan alimentos básicos.
"El abastecimiento de las despensas de nuestras familias se ha visto afectado. El intendente se comprometió a trabajar la problemática", agregó.
La solución propuesta por la comunidad está en reabrir el paso, no formal, ubicado a 200 metros al sur del complejo fronterizo, así como flexibilizar el control del cruce.
Moscoso dijo que la autoridad les habría dado un plazo de 15 días para responder, algo que los tiene esperanzados. La idea es realizar un control por el camino ancestral solo con cédula de identidad, para así evitar la burocracia del paso fronterizo.
"Actualmente estamos pasando por el complejo aduanero con una visa que tarda 15 minutos en tramitarse, ¿para qué? Para ingresar por 20 minutos a Bolivia a comprar un kilo de papas", relató.
Gobierno regional
El consejero regional por el Tamarugal, Eduardo Mamani, coincidió con los comuneros, entre los que se incluye el presidente de la Comunidad Indígena de Colchane, Rosauro García, y Eliseo García, presidente de la Comunidad Indígena de Pisiga Carpa.
El objetivo, aclaró el core, es aterrizar el Plan Frontera Segura a la realidad del pueblo aymara, pues hay una "relación ancestral de convivencia" en la frontera altiplánica.
El intendente de Tarapacá Miguel Ángel Quezada valoró la instancia de diálogo con las comunidades, "lo que nos permite poner en valor tanto la cultura ancestral como la necesidad de seguridad".
Respecto a una posible solución, Quezada recalcó que "vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance como Gobierno para dar mayor seguridad a nuestros compatriotas. La ciudadanía nos ha pedido que así sea y nuestro Gobierno está prestando la mayor atención a este tema".