Karina Sánchez
Los pares viales de Juan Martínez, Arturo Fernández, Bulnes y O'Higgins, colapsan en las horas peak producto del exceso de vehículos que circulan en la ciudad, sumados a los trabajos de construcción de veredas, autos abandonados y otros mal estacionados, problemas que generan descontento en la población.
Irene Orrego vive en O'Higgins y asegura que "no hay estacionamiento, el tráfico es complicado, por aquí pasa la gente que va a trabajar y los niños que van al colegio, es incómodo pasar por un lugar donde no hay espacio para caminar".
La vecina agrega que "por un lado están los obreros trabajando en las veredas y por otro los autos que se estacionan en doble fila. Frente al colegio Corona se forma el taco a las 2 de la tarde, la gente se estaciona mal, se bajan y pelean en medio de la calle, se insultan y todo es un estrés".
Al descontento se suma Alicia Albornoz, dueña del restaurante Las Delicias del Chef, quien dice que ha perdido clientes porque están haciendo la vereda justo en la esquina de su local.
"Si esto sigue así voy a tener que cerrar el negocio, porque tengo que cerrar la puerta para que no entre el polvo que levantan los trabajadores en la vereda y la ciclovía nos quitó el espacio para estacionar", afirma Albornoz.
Mientras que Jacqueline Williams, directora del Colegio Corona School, asegura que la falta de estacionamiento afecta a los profesores de la institución, al igual que a los apoderados, lo que ocasiona retrasos en la llegada.
"Hace un par de meses comenzaron a trabajar en las esquinas, por O'Higgins, por lo tanto nuestros alumnos y apoderados no tienen por donde pasar y a diario corren riesgos al tener que pasar por la mitad de la calle", explicó Williams.
Otra de las dificultades que plantea la directora es la del estacionamiento de los Pullman San Luis. "Queda a cuadra y media del colegio, los buses entran y salen, se estacionan en plena calle también, generando atochamiento y el taco llega hasta aquí", indicó.
A la lista se suman los vehículos abandonados. "Eso genera preocupación, porque son ocupados por gente en situación de calle y constituyen un riesgo para los alumnos que vienen caminando bien temprano en las mañanas", agrega Williams.
Al reclamo se adhiere Rolfi Richards, inspector general del Colegio Academia de Tarapacá, quien dice que "los vecinos ocupan el estacionamiento público y obliga a que exista una segunda y hasta una tercera fila de autos que se detienen a dejar a los alumnos".
"También tenemos problemas con los buses de Pullman San Luis, entre Bulnes y Orella, ellos obstaculizan el paso y retrasan la llegada de los alumnos al colegio", agregó Richards, a quien también le parece que la feria que se coloca en Juan Martínez afecta el normal tránsito de vehicular.
A la empresa Pullman San Luis se le consultó sobre el tema, personalmente y vía email, pero no respondieron.
Por su parte, el jefe de inspección de la Municipalidad, Peter Toledo, informó que las personas afectadas deben colocar una denuncia formal, mediante un oficio dirigido al alcalde o al gobernador.
"En el caso de los buses no están infringiendo nada, porque toda persona tiene derecho a entrar y salir con un camión, con un bus, con una camioneta y con lo que sea necesario. Esa empresa tiene el permiso, no puedo cuestionar por qué le dieron el permiso", afirmó Toledo.
Al preguntarle sobre la raíz del problema, aseguró que "no tenemos estructura para soportar la cantidad de vehículos que hay, tendríamos que sacarle partes a todos los iquiqueños, porque no hay espacio para estacionarse y el par vial no ha sido entregado legalmente".