Mauricio Torres Paredes
La fundación Techo identificó el contexto de quienes hoy viven en campamentos: la mayoría de los jefes de hogar son jóvenes, con bajos niveles de estudio e informalidad laboral. Y en relación a qué motivó para que los encuestados decidieran trasladarse a una toma, el 60% respondió que el alto costo del arriendo que antes debían pagar.
De acuerdo a Techo, quienes hoy viven en campamentos gastaban hasta un 46% de sus sueldos en pagar arriendos como promedio nacional, aunque según el director del Centro de Investigación Social de Techo Chile, Pablo Flores, en el caso de Tarapacá, esa cifra llega al 60%.
"Hoy la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en la cual participa Chile) recomienda que en promedio las familias de los países que la integran, gasten un 21% de los ingresos en arriendo. Es un 46% a nivel nacional, pero en Tarapacá esa cifra aumenta. El 60% de los ingresos se iba a arriendo antes de llegar al campamento y eso es inaceptable", explicó Flores.
Desde Techo apelan a la "mercantilización" del arriendo, y a que "en países de la Ocde, Europa, los precios se regulan. El mercado sigue funcionando, pero sin sobreprecios en los arriendos".
Incentivos
El presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción, Bernardo Alcázar, reconoció que en la región los arriendos en promedio son un poco más baratos que los dividendos, aunque siguen siendo más caros que en otras zonas del país.
"No hay oferta para que los sectores medios bajos puedan comprar una vivienda y si lo hubiera, los bancos exigen un ahorro para otorgar créditos hipotecarios, el que muchas veces al chileno le es difícil conseguir. Eso hace que la gente prefiera el arriendo y de ahí los campamentos", puntualizó, agregando que, al no existir proyectos de vivienda social, o muy acotados, se decide esperar una solución del Estado.
Desde la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo, expresaron que la regulación de los arriendos responde a factores de mercado, y que en eso "el Estado no tiene mayor injerencia".
De todos modos, precisaron que se está incentivando a los privados a construir conjuntos habitacionales que consideren soluciones para familias vulnerables, además de tener un programa que permite a familias de renta mínima postular a una subvención del arriendo mientras se espera por la vivienda definitiva.
El ministerio apeló a los municipios a que actualicen sus planes reguladores, para así "extender el área urbana que permite el crecimiento habitacional. De esa forma se regula el valor de las viviendas que se construyen, porque debiera bajar el costo del suelo urbano a mediano y largo plazo".
Por último, destacaron el convenio entre el ministerio y el gobierno regional "que permitirá macro urbanizar terrenos que en un futuro cercano contarán con planificación territorial, de manera de factibilizar la construcción de vivienda social".
46% de los ingresos de los hogares se gastaba en arriendo a nivel país.