Escuela de Aviación realizó histórica campaña en Tarapacá
Cadetes de la FACh durante cuatro días hicieron en el desierto el mismo recorrido que los soldados de 1879.
Con un recorrido de 42 kilómetros desde Pisagua a Dolores, los cadetes de la Escuela de Aviación realizaron su campaña del desierto, donde fuera de aprender técnicas de supervivencia y tácticas, conocen en terreno la historia de la batalla que se vivió en ese lugar durante la Guerra del Pacífico.
Durante cuatro días los jóvenes que esperan dentro de un año más convertirse en los nuevos oficiales de la FACh realizaron el mismo recorrido que realizaron los soldados chilenos en 1879.
Según manifiesta el coronel de aviación Sergio Rojas Schwemmer, director de la Escuela de Aviación, esta actividad tiene dos connotaciones importantes. La primera de ellas es que el cadete de tercer año tenga las herramientas necesarias para sobrevivir en el territorio desértico. "Se inicia esta marcha en Pisagua y termina en Dolores, donde durante cuatro días de caminata el cadete tiene que aplicar técnicas de supervivencia, captación de agua refugio condiciones de frío en la noche y las altas temperatura del día, mantener hidratación, entre otras cosas", comenta el oficial.
Schwemmer dice que la segunda connotación importante es revivir la parte heroica de la Guerra del Pacífico, desde el momento en que los soldados desembarcaron en Pisagua hasta el momento que capturan el Pozo de Agua en Dolores y en el fondo se producen las batallas Dolores y San Francisco. Entonces los cadetes junto con hacer la marcha que les sirve para sus conocimientos de defensa en el terreno, además van obteniendo conocimientos históricos, respecto a lo que fue la historia de Chile y específicamente la Guerra del Pacífico.
Esta actividad se realiza todos los años, específicamente por los cadetes de tercer año de escuela. Durante los cuatro años que se estudia en la Escuela de Aviación se realizan distintas campañas. En primer año hay una campaña básica de instrucción, en segundo año se hace una campaña en la nieve y de combate, en el tercero se realiza la campaña del desierto y en el último año se hacen prácticamente las campañas aéreas o de la especialidad de cada una de sus funciones.
"En este año le quisimos dar una connotación histórica más especial a pesar que todos los años se hace, pero este en esta oportunidad fue especial, porque llegamos a la cima del Cerro San Francisco", puntualiza el coronel.
En estas actividades los instructores van enseñando cómo mantenerse en condiciones adversas, cómo poder afrontar el hambre, aprender a racionalizar el agua para evitar caer ante las faltas del elemento vital, explicando los instructores que en este tipo de casos extremos el organismo comienza a generar reacciones involuntarias, que con el entrenamiento se busca poder evitar o controlar.
El suboficial Luis Pino es uno de los instructores más antiguos de la FACh, ya que comenzó a enseñar en el año 1989. Es más conocido como Kaibil, dentro de la institución, y explica que este nombre lo adquirió producto a que su entrenamiento de comando lo realizó junto a los comandos de Guatemala, lo que son llamados los Kaibiles.
"Lo importante de estas campañas es que los cadetes aprendan a desenvolverse en un ambiente hostil como el desierto, nosotros tenemos 4 mil kilómetros de montañas, otros miles más de costa, entonces sobre todo los de rama aire si llegara a caer su aeronave o en cualquier momento estuvieron en una situación de supervivencia en el desierto, nosotros les entregamos las herramientas para que puedan sobrevivir", comenta Kaibil.
El instructor agrega que en los 42 kilómetros que unen Pisagua hasta los pozos de Dolores, van trabajando en la ruta, mitrándoles las diferentes características del terreno, así los cadetes van pasando por situaciones, donde deben soportar el frío de las noches, aprendiendo navegación, uso de las cartas, la brújula, el GPS, racionalizar por sobre todo el agua, por donde pasar y a qué hora deben caminar.
Iquiqueño
La campaña del desierto, estuvo compuesta por 100 personas, entre ellos 73 cadetes acompañados por sus instructores y un apoyo del Grupo 44 de la Primera Brigada Aérea de Tarapacá. Entre este grupo que viajó desde Santiago a realizar esta campaña estaba un joven, quien emocionado terminó el recorrido.
Gonzalo Santander Fuentealba, nacido en Iquique, es uno de los cadetes del tercer año, quien expresa que "ha sido una bonita experiencia, que no todos los chilenos tienen la oportunidad de vivir y yo viniendo de Iquique es orgullo, como se dice en las calles de la ciudad ser chileno es un orgullo, se iquiqueño un privilegio".
El joven de tan solo 20 años afirma que para él fue muy emocionante llegar a la ciudad y pasar por su excolegio y por su casa, diciendo que se moría de ganas de bajarse, pero estaba convencido que la experiencia que viviría era única, recorrer el sendero por donde miles de chilenos caminaron para defender la bandera.
Al finalizar el recorrido en la cima del Cerro San Francisco, el cadete explica que "las ganas de ver a mi familia eran muy grande, pero llegar aquí arriba hizo que se cayeran las lágrimas porque estoy en mis tierras y tenía que cumplir el recorrido. Es un lugar histórico, aquí murieron chilenos y que yo también pude hacerlo, no con la misma presión que los juramentados, pero con la misma garra".
El exalumno de la Academia Iquique comenta además que esta actividad fue una experiencia distinta, haciendo la comparación con la vida universitaria.
"No es lo mismo que estar en la universidad, yo tengo compañeros que nos conocemos desde primero básico y ellos a esta hora seguramente están durmiendo, están en sus casas, pero yo estoy aquí viviendo una experiencia distinta, no voy a estar en un escritorio, yo quise hacer de mi vida una aventura, como dice el eslogan de la Escuela de Aviación".
Santander finaliza diciendo que fueron cuatro días arduos y duros, pero que logró aprender y fortalecerse, sintiéndose más orgulloso de ser chileno.
"Lo importante de estas campañas es que los cadetes aprendan a desenvolverse en un ambiente hostil como el desierto".
Suboficial Luis Pino,, instructor de la, Escuela de Aviación."
"Llegar aquí arriba hizo que se cayeran las lágrimas porque estoy en mis tierras y tenía que cumplir el recorrido".
Gonzalo Santander,, cadete de la Escuela, de Aviación iquiqueño."