El médico que quiere continuar formando a galenos iquiqueños
Eduardo Olguín tiene más de 40 años de profesión. Es especialista en cirugía infantil y cree que falta formar doctores en la región. Hoy lanza un libro en donde cuenta sus memorias, en el que detalla que fue prisionero político en 1973.
"Aquí no hay color político, solo el color celeste. La mayoría son iquiqueños, pero también están los iquiqueños nacionalizados que ya se quedaron acá".
Esta afirmación tan contundente sobre el Iquique actual la hace el exalumno del Liceo de Hombres, médico de la Universidad de Concepción, y cirujano infantil, doctor Eduardo Olguín. El mismo que fue por dos periodos presidente regional del Colegio Médico y quien hoy lanza su libro "Memorias de un médico iquiqueño", texto en el que hace un recuento de su vida, pero que también hace una pasada sobre la historia reciente del mundo de la medicina local.
Es que este galeno de 68 años, casado y con tres hijos (uno de ellos médico) no halló nada mejor que contar su vasta historia en un texto donde incluso recoge historias alejadas del mundo de la ciencia, como cuando le tocó ser prisionero político para la Dictadura Militar de Augusto Pinochet.
"Yo estaba haciendo mi internado de Medicina General en Chuquicamata, en el hospital Roy H. Glover (...) yo en Concepción había sido dirigente estudiantil de las Juventudes Comunistas, pero era un dirigente más (...) estuve detenido tres semanas en Calama, Antofagasta y después me trajeron al Telecomunicaciones de Iquique", señala.
En ese sentido explica que en su caso le tocó una detención más bien pasiva, en donde el militar a cargo "era muy humano", tanto así según cuenta que incluso le comentaron que fue detenido tiempo después.
Tras terminar esta etapa de su vida le tocó ser médico general de zona en Curanilahue y posteriormente hizo su especialidad en Santiago, en el Roberto del Río, para retornar a Iquique el año 1983.
En esa época es en la que llega a ejercer al Hospital Regional Ernesto Torres Galdames, pero donde también se empieza a abocar a la dirigencia gremial, sobre todo ya retornada la democracia en 1990.
"A mí (en el Colegio Médico) me llevaban de secretario y el cargo de presidente no fue ocupado. Así que por dictamen de Santiago tuve que ocupar la presidencia", cuenta.
Medicina local
Al hacer un repaso de lo que ha sido la medicina a nivel local a través de los años, él destaca el aumento de especialistas a través de los años, sobre todo con la llegada, según él, de muy buenos doctores venezolanos.
"En este momento el Hospital de Iquique tiene 21 médicos especialistas venezolanos. Yo los molesto en buena onda, les digo que lo único bueno que ha hecho Nicolás Maduro es mandarnos los especialistas para acá", señala entre risas e insistiendo que ese mismo fenómeno está ocurriendo en otros hospitales de Chile.
Al hablar sobre la infraestructura en salud que hay a nivel regional, el cirujano dice que no estamos tan mal como creemos, pero sí afirmó que se hace necesaria la construcción de un hospital en Alto Hospicio, pero por sobre todo otra cosa fundamental.
"Faltan dos cosas, un hospital en Alto Hospicio y falta una escuela de medicina. Arica empezó en marzo con una escuela de Medicina, Antofagasta ya la tiene varios años e Iquique no la tiene", asegura.
Dentro de ese contexto, Olguín cree que los beneficios de tener una escuela de medicina son varios, y uno de esos es que se pueden formar varios especialistas regionales.
"¿Cuál es la gracia de tener una escuela de Medicina? La gracia es que no solo formas médicos generales, sino que con una oficina de posgrado bien activa, haces convenio con la Universidad Católica o Universidad de Chile y formas especialistas", vislumbra.
Pone como ejemplo lo sucedido en la Universidad de Talca, donde llevan 10 años impartiendo medicina y donde para él han salido varios especialistas.
Énfasis en la educación que no lo hace al azar el cirujano infantil, ya que no por nada este médico fue profesor de la extinta Escuela de Medicina de la Universidad del Mar en Iquique, experiencia fallida según él por malos manejos administrativos, pero que sacó muy buenos profesionales.
"Ahí tuvimos mala suerte porque ocurrió toda esta cosa del negocio, de los manejos sucios, que cerró la Universidad del Mar y ahí pagó el 'pato' la Escuela de Medicina que no era mala. Egresaron 60 médicos jóvenes, la enorme mayoría de familia iquiqueña y la enorme mayoría se ha quedado en el norte", afirma añadiendo que en gran parte la atención primaria de Iquique y Alto Hospicio la sostienen estos profesionales.
Por lo mismo insiste con su sueño de que nuevamente una universidad de la región imparta esta carrera, pero dice que para que eso se cumpla tienen que haber fondos, lo que se ha transformado en la gran piedra de tope para que se lleve a cabo el proyecto.
"Hay un grupo que están intentando que la Universidad Arturo Prat tome ese proyecto, pero qué se necesita: el apoyo. Ese proyecto lo hemos pensado en forma transversal, desde la gente que se siente más de izquierda a la que es más de derecha. Esa es la pelea que hay que dar junto con el Centro Oncológico", refiere con gran entusiasmo.
Interés aún tiene por desarollar más su campo laboral, que ha demostrado a lo largo de toda su carrera. Por lo mismo espera que varios sean los que asistan al lanzamiento de su libro en la sede del Colegio Médico regional, los que entregará de forma gratuita, según el mismo reveló.
"Faltan dos cosas, un hospital en Alto Hospicio y falta una escuela de medicina (en Iquique)".
Dr. Eduardo Olguín
cirujano infantil iquiqueño."
"Ahí tuvimos mala suerte (en la Universidad del Mar) porque ocurrió toda esta cosa del negocio"
Dr. Eduardo Olguín
cirujano infantil iquiqueño."